Yoselin Castillo Carvajal: Forma equipo con su esposo en Puerto Manso y sueña con una pescadería

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En las aguas del Pacífico, donde el vaivén de las olas se convierte en música para los pescadores, se encuentra Puerto Manso, un rincón costero de Canela donde la vida se entrelaza con el mar. En este escenario, nos encontramos con Yoselin Castillo Carvajal, una mujer valiente y emprendedora cuyo relato es un testimonio de esfuerzo, adaptación y amor por la pesca artesanal.

La Vida en el Mar

Nos recibe con una sonrisa que refleja la conexión profunda que tiene con la actividad pesquera. Yoselin nos lleva de la mano a través de su vida, compartiendo las experiencias que la han convertido en un pilar en la pesca artesanal de Puerto Manso.

La historia de Yoselin no puede separarse de la figura de su esposo, un capitán de dos naves dedicado a la pesca artesanal y al buceo. Juntos, forman un equipo formidable: “Él es el que saca la materia prima. Y yo, como él me provee a mí, yo empiezo a producir cosas”, explica. Su colaboración no solo es una cuestión de trabajo, sino también un ejemplo de apoyo mutuo en la vida matrimonial.

Relata los primeros años, cuando las herramientas eran simples, y la pesca se realizaba a orillas del mar con lo justo y necesario. “Hasta pescados también, redes y todas esas cosas, eran como en la antigüedad en el sur”, recuerda. La evolución desde esos humildes comienzos hasta llegar a Puerto Manso es un viaje marcado por la persistencia y la determinación.

La vida en el mar no está exenta de desafíos, y Yoselin lo sabe. “Sí, pues hay mucha diferencia. En todo caso, el verano es más movido, más gente que viene ahí al mismo condominio”, comenta sobre las variaciones estacionales en la producción y venta. Nos lleva a través de las dificultades del invierno, un periodo de tres meses difíciles que ponen a prueba la fortaleza de los pescadores.

Un Cambio de Rumbo por Necesidad y Pasión

La transición hacia la pesca artesanal no fue una elección planificada, sino una respuesta a la necesidad. “Un día X quedó sin pega también y se dio la mano de que hubo un amigo de él que era profesor”, relata Yoselin. Este cambio, motivado por la necesidad inicial, se convirtió en una pasión compartida por el mar y sus misterios.

“Un sueño, personalmente, más que nada, es tener una pescadería”, confiesa Yoselin. Más allá de la pesca directa, ella anhela establecer un lugar donde no solo se vendan productos, sino donde se pueda cocinar y compartir la riqueza del mar con la comunidad. Este sueño es parte de una proyección más amplia que incluye la promoción de los productos de Puerto Manso en otras localidades.

Desafíos Ambientales y La Lucha por la Sostenibilidad

La preocupación de Yoselin no se limita a su propia realidad. Habla con sinceridad sobre los desafíos ambientales que enfrentan, desde cambios en las corrientes hasta la sobrepoblación de lobos marinos que afectan la pesca. “Está pasando como planeta y como las aguas”, reflexiona. La falta de producción en estos tiempos la lleva a guardar un poco para las épocas difíciles.

En medio de estos desafíos, la cooperación y el apoyo externo se han vuelto fundamentales. Yoselin destaca la contribución de la Oficina de Fomento Productivo y SERNAPESCA, quienes han respaldado proyectos para obtener nuevas tecnologías y mejorar la producción. La reciente adquisición de un container es un ejemplo de cómo estas iniciativas buscan proporcionar herramientas para enfrentar los tiempos difíciles.

El Futuro: Mujeres Empoderadas y Cooperación Comunitaria

En cuanto al papel de las mujeres en la pesca artesanal, Yoselin reconoce que son pocas, pero existen. La formación de una cooperativa es parte de un esfuerzo por unir fuerzas y destacar la calidad de los productos de Puerto Manso. “La idea es apoyarlos todos mutuamente”, dice, refiriéndose a la colaboración entre pescadores y pescadoras.

La historia de Yoselin Castillo Carvajal es un relato de resiliencia, perseverancia y amor por el mar. Desde sus humildes inicios hasta enfrentar los desafíos ambientales, Yoselin y su familia han demostrado que, con esfuerzo y colaboración, es posible construir un futuro sostenible en el corazón de Puerto Manso de Canela.

En medio de las olas y las redes, esta pescadora artesanal deja una huella que va más allá de las aguas del Pacífico, recordándonos la importancia de valorar y proteger nuestros recursos marinos.